
¿Por qué el Diplomado de Investigadores Descalzos?
El movimiento de los pueblos de Oaxaca encontró en el método de asamblea -para muchos en el nombre de la APPO- su forma natural de organizarse para luchar y vencer, esto ha sido consecuencia natural de la experiencia asambleísta que prevalece en la mayor parte de los sectores de nuestra sociedad, como las colonias y los sindicatos obreros pero, sobre todo, en donde la experiencia es más radical y profunda: en las comunidades de los pueblos indios.
Creemos que debemos limpiar nuestras miradas para examinar con rigor lo que somos y para conocer las características más significativas de nuestros movimientos y de los caminos que creemos necesarios recorrer para crear otra sociedad. Necesitamos dar forma a los nuevos planteamientos teóricos y políticos que coinciden con los desafíos actuales. Y para esto nos proponemos:
Propósitos
· Realizar una reflexión sistemática sobre la situación económica, social y política de Oaxaca, con perspectiva nacional y mundial, con énfasis en los movimientos sociales autónomos; es decir los que luchan desde la base para transformar la sociedad sin la toma del poder del estado. O que van más allá del poder de arriba.
· Discutir, analizar conjuntamente diversas propuestas de transformación.
· Explorar la naturaleza y características de los modos comunales y conviviales de vida (campo-ciudad) en el contexto oaxaqueño.
· Animar a la construcción de consensos para acciones conjuntas. Unidad en la diversidad.
· Contribuir al debate público de los temas asociados con la transformación profunda de Oaxaca.
Medios
1. Organizar un esfuerzo de investigación sistemática, basado en el acopio de información y la documentación en la base social, principalmente en pueblos, colonias, barrios y comunidades del estado de Oaxaca, realizándolo en el marco de las interacciones con las organizaciones sociales y espacios y sectores de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, (APPO) y del movimiento social en general que se visibilizo a mediados del 2006.
2. Organizar durante dos semestres, sesiones quincenales de reflexión, de 5 horas cada una, con la participación de activistas sociales, académicos comprometidos, dirigentes sociales y autoridades tradicionales, entre otros. Dichas sesiones tendrán forma de diplomado, a realizarse a partir del domingo 10 de agosto, a las 11 am.
3. Hacer públicos los diversos planteamientos a través de todos los medios posibles, auditivos, visuales e impresos.
Resultados esperados
· Caracterización y documentación, desde la base social, de los movimientos sociales en Oaxaca.
· Identificación de sus principales tendencias y propuestas.
· Acopio y publicación de iniciativas de transformación.
· Participación en el debate público para la construcción autónoma.
· Diseminación y publicación por medio de audios, videos e impresos de las iniciativas desde la base y las problemáticas existentes para su aplicación concreta.
· Contribuir a la construcción de iniciativas autónomas desde la base social.
PROGRAMA DEL DIPLOMADO DE INVESTIGADORES DESCALZOS
Dichas sesiones se complementaran con talleres teórico-prácticos. Los cuales se agendarán conjuntamente con los participantes.
TEMAS PRINCIPALES
· Introducción al contexto Oaxaqueño- (10 de agosto)
- Ponencia, “Autonomía y comunalidad en Oaxaca” impartida por Benjamín Maldonado, antropólogo y estudioso del magonismo en México.
· Presentación de participantes en el diplomado y acuerdos de logística y organización (23 o 24 de agosto)
· El método de reflexión en la acción. Cuestiones teóricas y prácticas. - Gustavo Esteva (6-7 septiembre)
· Experiencias Oaxaqueñas
- La COCEI-1974-1987, ODRENASIJ en la Sierra Norte, ASAM en la Mixe, La sección 22 del magisterio, El municipio Autónomo de San Juan Copala, entre otros.
· El contexto oaxaqueño.
· Naturaleza y características de la APPO y los movimientos sociales.
· El contexto nacional. Naturaleza de la crisis política y las opciones de resolución.
- El zapatismo
- Experiencias de luchas por la autonomía en México: Los caracoles zapatistas, La policía comunitaria de Guerrero, La cooperativa de Euzkadi, El Congreso Nacional Indígena, El ejercito de Mujeres Mazahuas.
- La otra campaña
- El movimiento lopezobradorista
- Otros.
· El contexto mundial.
-La crisis del imperio y del modelo neoliberal.
- La desglobalización y los movimientos antisistémicos.
- La guerra mundial del capital.
- Perspectivas.
· Experiencias latinoamericanas
- Experiencias de autonomía y poder popular en América Latina: MST de Brasil, Piqueteros de Argentina, CONAIE en Ecuador, Bolivia y las luchas desde las bases, La experiencia de autonomía de la costa atlántica de Nicaragua.
· Las luchas democráticas actuales: formal, participativa, radical.
· Las opciones políticas:
- Reformas del régimen político actual
- Ajustes en las políticas actuales
- Nuevo modelo de política económica y social
- Reformas legales e institucionales
- Nuevo régimen político
- Variantes social-demócratas del capitalismo
- Variantes socialistas
- Variantes más allá del capitalismo y el socialismo
· La perspectiva indígena y el pluralismo radical.
· Naturaleza y características de la fuerza constituyente y su asamblea.
· El significado actual de la autonomía y la construcción horizontal de la sociedad.
· La crítica de las ideologías e instituciones como práctica radical de transformación.
SESIONES FECHAS POR DEFINIR
· Experiencias históricas en México
- Revoluciones interrumpidas en México: La independencia y la revolución mexicana.
- El movimiento del 68
· Otras Experiencias históricas
- Experiencias históricas de revoluciones sociales en Europa: La guerra civil española y la comuna de parís.
- Guerrillas latinoamericanas
TALLERES
*.- Periodismo comunitario.
*.- Edición de video.
*.- Sistematización de bancos de información
*.- Geopolítica
*.- Formación de consensos
*.- Diseño Grafico por computadora, ( Revistas, periodicos, fanzine, etc)
*.- Producción radiofónica
*.- Serigrafía
*.- Encuadernación
TALLER PERMANENTE. Durante todo el año estaremos explorando la investigación descalza con las herramientas metodológicas teórico-practicas de la reflexión en la acción.
Nota importante: En estos momentos nos encontramos confirmando a los ponentes y ajustando las fechas a sus posibilidades de estar presentes. Algunas participaciones serán a través de videoconferencias o de documentales. La mayoría de ponentes participarán físicamente o iremos a sus comunidades. Entre los invitados y posibles asistentes tenemos contemplados distintos investigadores, activistas, intelectuales y/o autoridades comunitarias de Oaxaca, México, América Latina y Europa.
18/9/08
Territorios de la dominación y de las resistencias - RAÚL ZIBECHI
Las grandes transformaciones no
Subcomandante Insurgente Marcos
En América Latina existen formas de vida heterogéneas, no asimilables a las hegemónicas, porque los pueblos de nuestro continente resistieron la dominación, potenciando sus diferentes formas vivir y, por tanto, de ser. A la inversa, la diferencia social y cultural ha permitido a los sectores populares e indígenas resistir cinco siglos de dominación. Para hacer viable la resistencia, han debido fortalecer y profundizar sus diferencias con la cultura y la sociedad hegemónicas.
En nuestro continente existen territorios heterogéneos, porque los pueblos de nuestro continente resistieron y resisten la dominación, sustentando y creando territorios donde pueden habitar los modos de vida no hegemónicos. Ni la diferencia sociocultural, ni los territorios que la hospedan, son datos de la realidad sino construcciones cotidianas. Lejos de ser esencias se trata de creaciones y re-creaciones permanentes.
Desde hace un tiempo sabemos que no es casualidad que los territorios donde se conserva la diversidad biológica sean, precisamente, los que están habitados por pueblos originarios y culturas diferentes. No es que todavía no haya llegado el desarrollo hasta esos espacios, sino que la resistencia política anclada en la diferencia sociocultural ha hecho posible que esa biodiversidad siga siendo. Es, sencillamente, una cuestión política, de poder. Como vienen señalando estudiosos de múltiples disciplinas, existe una estrecha relación entre la pérdida de la diversidad biológica y el deterioro de las lenguas y culturas del planeta, ya que tanto el ecocidio como etnocidio forman parte del mismo proceso caracterizado por el creciente dominio del capital sobre la vida (Boege, 2006:239).
En el pensamiento crítico y emancipatorio la cuestión del territorio es relativamente nueva, como señalan desde diferentes perspectivas Héctor Díaz Polanco (1997), Carlos Walter Porto Gonçalves (2001) y Bernardo Mançano Fernandes (2000). En efecto, el concepto de territorio introduce, por un lado, una nueva forma de mirar el conflicto social ya que “los territorios no existen a no ser por las relaciones sociales y de poder que los conforman y, de ese modo, siempre afirman a los sujetos sociales que por medio de ellos se realizan” (Porto Gonçalves, 2006: 179). Véase, de paso, que esta concepción disuelve la relación sujeto-objeto entre el ser humano y la naturaleza que ha sido hegemónica en los últimos cinco siglos. Por otro lado, el concepto de territorio forma parte de una “revolución teórica y política” (Díaz-Polanco, 1997: 16) que nace en el seno de los movimientos indios pero que va siendo adoptada crecientemente por otros movimientos sociales rurales, y ahora también urbanos, entre los que habría que incluir categorías como autonomía, autogobierno y autodeterminación.
Por lo tanto, territorio y conflicto social no son dos cuestiones separadas. El conflicto social es un conflicto territorializado, encarnado en territorios. Podemos concebir, así, que “la crisis de la organización social en la que estamos inmersos es también la crisis de las territorialidades instituidas y de los sujetos instituyentes” (Porto, 22001: 47). A través de la continua desestructuración de territorios y de su permanente reconfiguración, podemos leer el conflicto en curso en todas sus dimensiones, local y global, pero también política y cultural. Tanto para el capital transnacional, aliado con los estados y las elites locales, como para los sector populares e indígenas, puede aplicarse el aserto de que los “nuevos sujetos se insinúan instituyendo nuevas territorialidades” (idem: 208). Que no son simétricas, porque, en esas diferencias, estriba en buena medida la capacidad emancipatoria que observamos en los nuevos movimientos territorializados.
La nueva oleada neoliberal: la mayor reconfiguración territorial en cinco siglos
En las profundas recomposiciones territoriales en marcha intervienen tres actores principales: estados e instituciones, empresas multinacionales y sectores de nuestros pueblos organizados en movimientos. Atravesamos una nueva fase del modelo neoliberal de la mano de la minería a cielo abierto, los monocultivos de soja y caña de azúcar, y el complejo forestación-celulosa. En suma, grandes multinacionales de la minería y del agronegocio están reconfigurando nuestros territorios rurales y también urbanos. En el campo, expulsando campesinos básicamente de dos formas, diferentes pero complementarias: la compra o arrendamiento masivo de tierras o la guerra de baja intensidad contra el campesinado. Aunque los métodos son diferentes el resultado es similar: una acción vertical y autoritaria del capital para implantarse en áreas ocupadas por agricultores familiares.
Los estados suelen acompañar estos empeños del capital multinacional, limitándose en algunos casos a regular sus aspectos más depredadores. Como señala el canciller brasileño Celso Amorim, la política de su gobierno se inscribe en una antigua tradición nacional que supuso la unión entre la diplomacia y el agronegocio (Ministerio de Relaciones Exteriores, 2006). Amorim destaca la activa participación de la cancillería en la promoción de las exportaciones del agronegocio en el cual, según sus palabras, “la diplomacia presidencial desempeña un papel de relieve”.
En efecto, en pocos años Brasil ha registrado una poderosa expansión de las exportaciones de este sector, que está en la base de su lanzamiento como global player y como potencia regional de primer orden, en condiciones de desplazar incluso a los Estados Unidos del papel rector en el subcontinente. Los datos hablan por sí solos: el 75% de las exportaciones de origen agropecuario de Brasil se reducen a cuatro grupos (carnes y cueros, soja, madera, papel y celulosa, y azúcar y alcohol). En 2006/2007 la producción pecuaria ocupó 203 millones de hectáreas, la soja 20,6 millones, la caña de azúcar 6,9 millones y los cultivos forestales 3 millones. En los próximos años la expansión seguirá siendo vertiginosa: en 2017 la caña llegará a 28 millones de hectáreas, el eucalipto para leña, en 2010, ocupará 13,8 millones (5,3 en 2006), y la soja se crecerá en otras 20 millones de hectáreas (Martins, 2007: 23).
Esto quiere decir que sólo tres rubros ocuparán 50 millones de hectáreas más en muy pocos años (tres veces la superficie del Uruguay). En frente podemos colocar otra cifra: en casi 30 años el movimiento sin tierra consiguió recuperar del latifundio unas 25 millones de hectáreas, distribuidas en 5.000 asentamientos donde viven dos millones de campesinos, medio millón de familias. Quiere decir que apenas tres rubros del agronegocio van a engullir en sólo una década el doble de tierra, pero lo harán expulsando campesinos y degradando el medio ambiente. Mientras al MST la recuperación de esas tierras le costó 1.326 muertos y miles de detenidos y procesados (CPT, 2007), las multinacionales que están devorando esas enormes superficies lo hacen con apoyo estatal y especulando con dineros ahorrados por los jubilados del primer mundo.
Más aún: según el BID hay en curso una disputa mundial por 120 millones de hectáreas de tierras brasileñas susceptibles de ser incorporadas a la producción de materias primas para producir etanol, o para cultivos de bosques homogéneos para leña, madera, celulosa y papel (Martins, 2007: 24). Otros estudios aseguran que hasta 200 millones de hectáreas en el interior de Brasil están siendo convertidas en tierras cultivables (Brewster, 2005). ¡¡Dos veces la superficie de Colombia!! Si incluimos toda Sudamérica, estas cifras habría que multiplicarlas por dos, aproximadamente. La devastación de la Amazonia, última “frontera” por conquistar para el agronegocio, sigue creciendo pese a los esfuerzos contrarios del gobierno Lula: entre 1970 y 2006 la agricultura en esa región creció de 617 mil hectáreas a 7,4 millones; la pecuaria de 4,4 millones de 32,6 millones; entre 1990 y 2004 el rebaño bovino amazónico creció 173%; un tercio de las exportaciones brasileñas de carne proceden ya de la Amazonia; finalmente, para 2004 el estado amazónico de Pará aumentó sus exportaciones en 7.800%, Rondonia en 1.350%, Mato Grosso en 360% y Tocantins en 150%[1]. Estos datos permiten visualizar la brutal reconfiguración territorial en curso, quizá la más importante desde la Conquista. Se trata, por eso mismo, de los estados donde mayor es la violencia rural, como fue develado a raíz del asesinato de Dorothy Stang en Pará, en 2005.
La contracara de este proceso es el incumplimiento de las metas de reforma agraria. En Brasil, como en todo el continente, está en marcha un cambio profundo de carácter estructural. Como señala un reciente documento del Movimiento Sin Tierra de Brasil, “entre 1930 y 1990 la agricultura brasileña fue dominada por los intereses de la industria, desarrollando un modelo agrícola que combinaba la coexistencia entre la gran propiedad exportadora y la agricultura familiar” (MST, 2007),. Las divisas que generaban las exportaciones de café, azúcar, cacao, carne y otros productos, eran usadas por la burguesía industrial para importar máquinas para sus fábricas y financiar su desarrollo. La agricultura familiar, en tanto, liberaba mano de obra para la industria y producía alimentos baratos para las ciudades. “Aún había un espacio para la reforma agraria que llamamos clásica, en la cual la industria podría absorber y convivir con la multiplicación del campesinado, que debía integrarse al mercado interno”.
Con la implementación del modelo neoliberal, la alianza entre el capital financiero y las grandes empresas transnacionales comenzó a dominar la agricultura, con el apoyo de los estados nacionales, dando vida al agronegocio. La concentración y centralización de la tierra, el control de las cadenas productivas, del mercado interno y externo, de los precios y los insumos, provocó que cada cadena productiva quedara en manos de sólo tres o cuatro grandes empresas. En este modelo no hay espacio ni para la agricultura familiar, ni para un mercado interno, ni para la reforma agraria. El impasse que atraviesa la reforma agraria aún bajo el gobierno de Lula, se debe a esta opción por el agronegocio.
Millones de campesinos están siendo expulsados hacia las ciudades por las “leyes del mercado” o por la razón de las armas. Un millón y medio de campesinos desplazados a las ciudades en Paraguay o forzados a emigrar al exterior por los monocultivos de soja; 3.5 millones de desplazados a las ciudades en Colombia por la guerra, para beneficio de las multinacionales de la minería y el agronegocio. En 1989, cuando finalizó la dictadura de Stroessner, el 67% de la población paraguaya vivía en el campo; hoy apenas supera el 40%, pero el Banco Mundial pretende que para 2015 la población rural se ubique en el entorno del 10-12% para liberar áreas que permitan ampliar los cultivos de soja y caña dulce como sustitutos del petróleo (Zibechi, 2006).
En el sur de Chile, entre 1975 y 1994 los cultivos forestales se incrementaron un 57%, pero las regiones donde se desarrolla ese lucrativo negocio se han convertido en las más pobres del país (OLCA, 1999). En 1960 cada familia mapuche tenía un promedio de 9,2 hectáreas aunque el Estado sostenía que necesitaban 50 hectáreas para vivir dignamente. Entre 1979 y 1986 a cada familia le correspondían 5,3 hectáreas, superficie que en la actualidad se reduce a sólo 3 hectáras de tierra por familia. Y así en todo el continente. Un Complejo de Violencia y Devastación, en palabras del MST, viene reproduciéndose de diversos modos desde hace 500 años..
De la mano de los monocultivos se establecen nuevas relaciones de poder. Donde había familias y poblados campesinos que adaptaban sus cultivos y modos de vida al medio, aparece un complejo militar-empresarial que, de modo vertical y autoritario, impone nuevas relaciones de poder que sustituyen la producción tradicional por organismos modificados en laboratorios.
Estamos asistiendo a un cambio del “locus” de poder, que pasa de los campos y los campesinos y de los más variados pueblos originarios para los grandes laboratorios del complejo técnico-científico-empresarial. Más que una revolución tecnológica estamos ante un cambio en las relaciones sociales y de poder por medio de la tecnología (Porto, 2007).
Ciertamente, parece poco importante que estos desplazamientos se produzcan por vías legales o ilegales, poniendo en juego los mecanismos del mercado o a través de la militarización de los territorios en disputa. En Brasil, los conflictos más intensos se desarrollan precisamente en las áreas donde se está expandiendo el agronegocio y la pecuaria. En Paraguay, el Estado procedió a la creación de grupos paramilitares “legales” para reprimir a los movimientos campesinos que buscan frenar la expansión de los monocultivos. En 1996, cuando arreciaban las ocupaciones campesinas, la Asociación Rural creó una organización paralela, la Comisión de Defensa de la Propiedad Privada, que en realidad encubría una organización paramilitar. Bajo la presidencia de Duarte Frutos se crean los Consejos de Seguridad Ciudadana bajo mando del Ministerio del Interior, que operan prioritariamente en las áreas rurales. En estos momentos, según afirman las organizaciones campesinas, los cuerpos paralelos de seguridad, verdaderos grupos paramilitares armados por el Estado y promovidos por grandes hacendados y plantadores de soja, tendrían unos 22 mil integrantes. Las fuerzas de seguridad estatales cuentan con 9 mil miembros de la Policía y 13 mil de las fuerzas armadas. Según los datos recogidos por la Misión Internacional de la Campaña por la Desmilitarización de las Américas, unos y otros reciben entrenamiento de miembros del Comando Sur. “Los empresarios sojeros se valen de una empresa denominada Guardias Rurales S. A. para realizar las expulsiones y apoderarse de las tierras campesinas, a tal punto que se habla de ‘zonas liberadas' donde las fuerzas del Estado no intervienen” (CADA, 2006).
En el fondo, se trata de una completa reconfiguración de las formas de dominación, estableciéndose un nuevo panóptico rural y urbano. En el campo, gigantescas áreas homogeneizadas vigiladas por guardias empresariales. En las ciudades, en cuyas periferias se hacinan los desplazados de esta guerra por los territorios, los estados atienden a los nuevos pobres -sin tierra, sin techo y sin derechos- mediante planes sociales focalizados diseñados por el Banco Mundial. A menudo, como sucede en el Cono Sur, estas medidas son implementadas por gobiernos que se reclaman progresistas y de izquierda.
En realidad, estos emprendimientos son mucho más de lo que aparentan. La soja, como señala Javiera Rulli, no es un cultivo sino “un sistema que condiciona cualquier política”; se trata de un modelo que implica “una guerra contra la población, el vaciamiento del campo, la eliminación de la memoria del pueblo para hacinarlo en las ciudades y convertirlo en fiel consumidor de lo que el mercado les depare” (Rulli, 2007:7).
Los tentáculos de la globalización
Existe otro corte posible para abarcar el conjunto de proyectos del arriba que afectan a nuestros territorios. Se trata de los emprendimientos que complementan la vasta reconfiguración territorial en curso, destinados a conectar los territorios del capital multinacional con los grandes mercados globales. A grandes rasgos, tenemos por un lado los proyectos de la superpotencia declinante para mantener y revitalizar su hegemonía utilizando el continente como plataforma, tanto respecto al comercio como a los recursos. El ALCA y los TLCs buscan recuperar la competitividad estadounidense siguiendo los pasos del TLCAN.
Son planes estratégicos de carácter económico, que tienen un segundo momento en las formas de control directo sobre las poblaciones y puntos geográficos determinantes. El principal proyecto de este tipo es el Plan Colombia que hoy abarca hasta el sur del Perú y toma como eje la región andina, allí donde el modelo de la minería a cielo abierto y el control de la biodiversidad pueden darle a la superpotencia un plus en su lucha por la hegemonía global. Este tipo de control “sobre el terreno” implica diversas formas de despliegue militar y la construcción de bases, permanentes o no, que van formando collares o anillos en los que se entrelazan las fuerzas armadas con la presencia de empresas multinacionales.
Un cambio sustancial viene de la mano de los megaproyectos de infraestructura como la (Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA), iniciativa de la burguesía paulista que abarca todo el subcontinente y promueve una ambiciosa reorganización del espacio y el territorio sudamericanos. Se trata de “las nuevas venas abiertas” de nuestro continente que “responden a nuevas necesidades y a una diferente selección de las materias primas y los llamados recursos estratégicos” (Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, 2007: 10). El territorio se pone al servicio de la construcción de una serie de corredores destinados a promover y controlar los flujos de mercancías, de producción en movimiento (barcos-fábrica), e información.
Hacer fluir el corazón de las selvas o las profundidades de las minas hacia los centros industriales y, a la inversa, llevar el espíritu industrial y competitivo hasta el centro de las selvas y minas. Agilizar los desplazamientos diversificando sus medios: ferrocarriles, autopistas, ríos, canales y cables de fibra óptica. Transformar el territorio. Adecuarlo a las nuevas mercancías, a las nuevas tecnologías y los nuevos negocios. Cuadricularlo, ordenarlo, hacerlo funcional y productivo (Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, 2007: 10-12)
Si se llevara a cabo completamente, conseguiría conectar las zonas donde se encuentran los recursos naturales (gas, agua, petróleo, biodiversidad) con las grandes ciudades y, a ambos, con los principales mercados del mundo. Se trata de reorganizar el espacio geográfico en base a oleoductos, gasoductos, hidrovías, puertos marítimos y fluviales, tendidos eléctricos y de fibra óptica, entre los más destacados. Esas obras se materializarán en doce ejes de “integración y desarrollo”, corredores que concentrarán las inversiones para incrementar el comercio y crear cadenas productivas conectadas con los mercados mundiales.
Para poder llevar adelante este megaproyecto es necesario remover las “barreras” físicas, normativas y sociales, lo que supone realizar grandes obras, armonizar las legislaciones nacionales de los doce países implicados en la IIRSA y ocupar los espacios físicos claves que suelen tener baja densidad de población pero guardan las principales reservas de materias primas y biodiversidad.
La forma de ver el mundo que alienta estos proyectos consiste en considerar que el principal problema para posibilitar la integración física, y por Loa tanto para mejorar el flujo de mercaderías, son las “formidables barreras naturales tales como la Cordillera de los Andes, la selva Amazónica y la cuenca del Orinoco”, como reza un documento del BID (Soldatelli, 2003). Esa lógica de la naturaleza como “barrera” o como “recurso”, está presente en todos los aspectos del plan. Pueblos enteros entran la categoría de obstáculos. Sólo el gasoducto Urucu-Porto Velho afectará a 13 pueblos indígenas y a cinco municipios donde el 90% de la población son indios.
Se considera al continente sudamericano como la suma de cinco “islas” que deben ser unidas: la plataforma del Caribe, la cornisa andina, la plataforma atlántica, el enclave amazónico central y el enclave amazónico sur. Los ejes de integración y desarrollo atraviesan esas “islas” y rompen su unidad, para corregir. Lo que el lenguaje tecnocrático denomina como “barreras” naturales.
Como señala Andrés Barreda, “de los 90 para acá, el tráfico portuario del Pacífico supera al del Atlántico; y en el año 2000, en Estados Unidos el tráfico portuario del Pacífico ya doblaba al del Atlántico. Por tanto, hay un problema en el momento en que la economía mundo se reinventa del Atlántico al Pacífico” (Barreda, 2005). Eso ha hecho que el canal de Panamá pierda su importancia y en su lugar aparecen estos corredores para conectar ambos océanos. En Sudamérica el “cuello estratégico”, según Barreda, es Bolivia, por donde pasan cinco de los doce corredores.
Por otro lado, la región sudamericana es una de las pocas del planeta que combina los cuatro recursos naturales estratégicos: hidrocarburos, minerales, biodiversidad y agua. Se trata de una profunda modificación de la geografía, en la que el proyecto más ambicioso tal vez sea unir los ríos Orinoco, Amazonas y Paraná. Se trata de una integración “hacia afuera”, exógena, en vez de propiciar una integración “hacia adentro”.
Los tentáculos de la globalización terminarán de convertir la naturaleza y los pueblos del continente en meros objetos, recursos para la acumulación de capital. Esta profunda reconfiguración territorial, esta verdadera guerra contra las pueblos y la naturaleza, tiene un claro componente militar del que seguramente Colombia es una de las avanzadas.
Los desafíos de los movimientos: afianzar la autonomía
Ante este panorama, los sectores populares e indígenas vienen poniendo en marcha sus propios movimientos con un claro anclaje territorial. Esto es, en todo el continente los pueblos organizados en movimientos vienen creando sus propios territorios. Primero fueron territorios rurales; luego también urbanos. Ahora presenciamos territorios rururbanos, donde se registra una máxima intensidad de los flujos entre ciudad y campo. Incluso la propia configuración de la ciudad tiene una clara impronta rural. O, mejor dicho, la aclimatación de las lógicas rurales en la ciudad inventa formas de crear y distribuir los espacios, y modos de habitarlos, que rompen las tradiciones urbanas heredadas de la Colonia para abrirse a la experimentación de los sectores populares e indígenas. La ciudad de El Alto representa del modo más cabal este conjunto de creaciones y construcciones que desestructuran las viejas dicotomías rural-urbano establecidas por las ciencias sociales.
Desde el punto cuantitativo, estamos ante la toma-ocupación-recuperación de millones de hectáreas por los habitantes del más abajo, de modo legal o ilegal, pero siempre a través de la acción directa colectiva-familiar-comunitaria. Tenemos así miles de “islas autogestionadas”, asentamientos de campesinos sin tierra en Brasil, Paraguay y Bolivia; pequeños agricultores que resisten en sus territorios de agricultura familiar, creando federaciones y cooperativas para vender sus productos; miles de comunidades indias a todo lo largo y ancho del continente recuperan tierras y afirman su autonomía. En algunos casos, crean verdaderos territorios autónomos, explícitos o implícitos, bajo las más diversas formas.
En Chiapas, sobre la base de los municipios autónomos se van conformando “territorios rebeldes” que son verdaderas regiones autogobernadas por las Juntas de Buen Gobierno (Ornelas, 2004). En el altiplano boliviano funcionan autonomías de hecho, no declaradas, pero efectivas a la hora de imponer sus autoridades como lo revela el Manifiesto de Achacachi (2001), que define “una clara línea de emancipación indígena mediante la recuperación del poder y el territorio” (García Linera, 2004: 124-125). Ambos ejemplos, más allá de sus notorias diferencias, tienen en común la existencia de “poderes otros”: las autonomías municipales, construidas desde las comunidades, como núcleo de las regiones autónomas en Chiapas; las autonomías comunitarias que en ocasiones se conforman como poderes territoriales, como fue el caso de los “cuarteles indígenas” en el altiplano de Bolivia.
La recuperación de la tierra, de su control o propiedad legal, es un paso ineludible para dar vida a lo nuevo. En Chiapas, la experiencia de más de dos décadas destaca la importancia de esa recuperación:
Los avances en gobierno, salud, educación, vivienda, alimentación, participación de las mujeres, comercialización, cultural, comunicación e información tiene como punto de arranque la recuperación de los medios de producción, en este caso, la tierra, los animales y las máquinas que estaban en mano de los grandes propietarios (Subcomandante Insurgente Marcos, 2007).
No es que los cambios consistan en la recuperación de los medios de producción, sino que esa recuperación abre la posibilidad de que los cambios se produzcan, en una relación de probabilidad no determinista. Esto es, precisamente, lo que vienen haciendo millones de pobres latinoamericanos desde hace algunas décadas, desde el sur del continente (mapuches, fábricas recuperadas como Zanón) hasta las comunidades indias mexicanas. Pero es también lo que viene sucediendo desde los años 50 en las periferias urbanas (Zibechi, 2007).
Las nuevas territorialidades urbanas tienen estrecha relación con lo que sucede en las áreas rurales. Unas y otras son parte del mismo proceso, no sólo su contracara. Los campesinos e indígenas que van a vivir a las ciudades, que crean nuevos barrios y nuevas territorios, no sólo no rompen con sus territorios rurales sino que mantienen estrecha relación, material y simbólica, con ellos. El levantamiento de El Alto en setiembre y octubre de 2003, no hubiera podido mantenerse y triunfar sin el apoyo material de cientos de comunidades. Desde las áreas rurales llegaron a la ciudad aymara alimentos, jóvenes comuneros para participar en los combates, y desde las comunidades partieron grandes marchas para apoyar las barricadas urbanas. A la vez, El Alto permitió que la resistencia de las comunidades cobrara visibilidad, hasta convertirse en una avanzada comunera. Algo similar sucedió durante la comuna de Oaxaca en 2006.
No quiero dar a entender que la ciudad sea la vanguardia y la comunidad rural la retaguardia, o viceversa. De ningún modo. Se trata de una relación de complementariedad no jerárquica que tiende a disolver, a través de la acción colectiva, la dicotomía sociológica urbano-rural. Una vez más, la acción social desordena las categorías teóricas y nos fuerza a pensar de otro modo, huyendo quizá de simplificaciones para encontrar nuevas categorías. En los hechos, existen unos cuantos aspectos en común entre lo que sucede en los territorios rurales y los urbanos reconfigurados por los pueblos organizados en movimientos. Quisiera mencionar tres de ellos.
1) En una parte considerable de estos territorios, sobre todo en aquellos donde los movimientos trabajan más en profundidad, existen, en germen, sociedades otras: de valores de uso, comunitarias, autocentradas, femeninas en el sentido profundo del término, que están siendo capaces de producir y re-producir la vida de las personas que participan en ellos. Existe una débil desvinculación espacial y social entre la producción y el consumo. O sea, son territorios en los que no impera una lógica económica del desarrollo que, como ha señalado Porto Gonçalves, es siempre una lógica de guerra.
2) Se trata de territorios complejos donde hay espacios y tiempos para la diversidad, cuya urdimbre está formada por la expansión de una lógica familiar-comunitaria centrada en el papel de la mujer-madre en torno a la que se modela un mundo de relaciones otras: afectivas, de cuidados mutuos, de contención, inclusivas. Se trata de la irrupción de otra racionalidad, de otra cultura, de una episteme relacional como apunta Alejandro Moreno (2006).
3) En estos territorios pueden nacer, aunque esto no es ciertamente lo más común sino apenas una tendencia, poderes otros, no jerárquicos o, como he señalado en otros trabajos, “poderes no estatales”. Esos poderes y esos territorios son espacios de paz y no de competencia, son potencialmente anticapitalistas, ya que como señalan los zapatistas hoy “no se puede entender ni explicar el sistema capitalista sin el concepto de guerra. Su supervivencia y su crecimiento dependen primordialmente de la guerra”. Por eso, aunque suene ingenuo, “la paz es anticapitalista” (Subcomadante Insurgente Marcos, 2007). .
A grandes rasgos vemos un panorama signado por una intensa disputa territorial: por un lado, aparecen territorios homogéneos, sedes de poderes verticales y autoritarios del gran capital, espacios de uniformización de la naturaleza y, por lo tanto, de su desaparición como tal naturaleza para ser sustituida por una suerte de distribución panóptica de plantas artificiales modificadas en laboratorios o de complejos de minería química. Por otro lado, están los territorios complejos y diversos de pueblos que sólo pueden existir conviviendo con el entorno, sede de relaciones sociales heterogéneas que, en ocasiones, se convierten en “territorialidades emancipatorias” (Porto Gonçalves, 205). Si los territorios del primero forma parte de un Complejo de Violencia y Devastación, los segundos se conjugan en plural y tienden a relacionarse entre sí de modo horizontal o, por lo menos, no jerárquico.
He comenzado diciendo que en América Latina existen formas de vida heterogéneas y que ellas se han mantenido y expandido gracias a la resistencia de los movimientos sociales o, si se me permite, de sociedades otras en movimiento. Hemos visto que esas formas de vida están siendo amenazadas por una reconfiguración masiva y a gran escala de los territorios rurales y de las relaciones de poder. Como sabemos, sin formas de vida heterogéneas el cambio social es mucho más difícil, si no imposible. Podemos asegurar, entonces, que la desaparición de las formas de vida heterogéneas por la reestructuración territorial en curso, amenaza la autonomía y la existencia misma de los movimientos sociales, o sea de los hacedores del cambio social.
Bibliografía
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*Ponencia en la Universidad Javeriana, Bogotá, abrail de 2008
[1] Assesoria de Imprensa do MST, “Dados da agricultura e pecuária na Amazonia”, 11 de febrero de 2007 en www.mst.org.br
Sobre la crisis estructural del sistema mundo - RAYMUNDO SÁNCHEZ BARRAZA
Las categorías:
1)Preguntar cuál es el horizonte de espera, como expectación y como esperanza2) Cuál es tu experiencia con relación al pasado: inmediato, mediato, reciente, lejano. No en términos biográficos sino a nivel macro, histórico3) Esta categoría se forma de la tensión entre las dos primeras: de la tensión entre la espera y la memoria se ubica el presente vivo, actual.
Las hipótesis:
1) la crisis nacional sociohistórica no es coyuntural sino estructural pues sus consecuencias prácticas y políticas son liminales, es decir, ya son insostenibles e irreparables.
2) Esta crisis Terminal es de un régimen hecho de arreglos institucionales y de reglas de poder político y su repartición entre las élites que lo conforman. Se trata de un régimen iniciado por la lucha de revolución a principios del siglo XX y cuyo desarrollo en presidencialismo imperial ya está agotado.
3) A esta crisis contribuye la aparición en el escenario político del EZLN en 1994. No como una causa pero sí como un vector de aceleración de esta crisis estructural, despues el doctor Raymundo nos introduce a su argumentación buscando recrear un cuadro sinóptico con los indicadores del desarrollo de esta crisis. Intentaré en lo que sigue, recrear algo de esto.Desarrollamos los indicadores localizando y analizando las instituciones a las que el EZ desde 1994 ha confrontado, desencadenando una serie de situaciones político sociales que han llevado a una bien situada crisis estructural de los sistemas locales y nacionales.
1º. El poder ejecutivo federal que en el año 2000, después de 70 años (y en el sexenio siguiente al del ’94) tuvo un fuerte cambio con la subida de Vicente Fox por el PAN a la presidencia. El nuevo gobierno, dejó de representar el imperialismo anterior del PRI y si, como se dice, en su sexenio ya no se pudo ejercer el presidencialismo como antes, surge la cuestión del para qué un estado presidencial. Esta alternancia política empujó a la crisis y para pensar en una continuidad de esta alternancia, hay que preguntarnos ahora, cómo responderá el PRD a las resistencias civiles (p. Ej. APPO o EZ).
2º. Este poder ejecutivo se apoya principalmente para ejercer su autoridad, en el ejército federal que tras el estallido del 94 buscó nuevos modos de control creando instituciones como la PFP, la de siempre PGR y más en la actualidad la AFI. El ejército federal se decía surgir de una revolución popular, la misma de la que surgió el PRI, así que se vio con la imposibilidad (¿ética?, ¿moral?) de acabar con los indios en el 94 y ahora, desde el año 2000, se encontró con la situación de deber servir al bando contrario: el PAN (¿qué tan contrario nos suena ahora si ha seguido el sistema adoptado desde Miguel de la Madrid, acendrado con Salinas de Gortari y con Zedillo?).
3º. El poder legislativo, tras la creación del IFE en 1997, perdió parte de su poder total.
4º. El poder judicial representado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tuvo que desprender desde sí, un Tribunal Federal Electoral, novedad también surgida después del 94.
5º. Entonces también surge la institución del Instituto Federal Electoral, el IFE ciudadano.
6º. Una de las instituciones desafiadas y que se modificó fuertemente, fueron los medios privados de comunicación que anteriormente dependían del estado pero que ahora son independientes porque son los promotores principales de las campañas políticas, así que en ellos está la posibilidad de levantar o de destruir de acuerdo a sus intereses privados empresariales sobre nuestro país.
7º. Después del 94, se dio la toma del gobierno del DF por parte del PRD, toma sin la cual no tendrían la fuerza política que tienen ahora pues el centralismo en que se ha manejado la política aquí hace parecer (y es muy posible que así sea) que la mitad del país se localiza en el DF.
8º. El narcotráfico, que incluye el tráfico de indocumentados e incluso a los maras salvatruchas, son ahora un desafío para el estado mexicano en constante batalla contra la violencia y el crimen organizado que se ha convertido en otro frente de guerra.
9º. El día 20 de agosto del 2006, se realizan las elecciones en Chiapas para gobernador (recordemos que después del 94 surgió el Tribunal Electoral del Estado). Ya antes, en el 2000, en una coalición de partidos contra el PRI, ganó las elecciones Pablo Salazar, siendo apoyado incluso por organizaciones campesinas y varias más. En este año ganó el partido de la coalición, ¡con un candidato que hasta hace poco iba por la presidencia de Tuxtla Gutiérrez representando al PRI! El IFE declara pues ganador a Juan Sabines y tenemos a un PRI que decide impugnar los comicios.
10º. Por otro lado, el 2 de julio del 2006, se realizan las elecciones federales en que todos parecen unirse contra el PRD que, al no ganar, decide (igualmente que el PRI en Chiapas) impugnar los comicios contra el PAN. Esto lleva a un movimiento de resistencia civil conformado por instituciones y organización ciudadana. Dentro de su programa Andrés Manuel López Obrador (mejor conocido como AMLO) y el Frente Amplio Progresista, habían cuatro objetivos iniciales: uno era impedir que a Felipe Calderón le entregaran la constancia presidencial electoral, éste es el único de los cuatro objetivos que falló. El segundo fue impedir el informe presidencial de Fox el 1º de septiembre tomando la tribuna. El tercero fue el 15 de septiembre boicoteando el grito presidencial tradicional, para lo que aparentemente se dio un arreglo entre Encinas y el ejército. Y el cuarto fue el 16 de septiembre con la Convención nacional Democrática de donde surgió el nuevo programa o plan con cinco puntos de lucha: contra la pobreza, contra la corrupción, contra la privatización, por el transporte y la transformación de las instituciones. En ese momento quedó elegido como presidente legítimo AMLO quien tomará protesta el 20 de noviembre, mientras que Calderón lo hará también el día 1º de diciembre (ambas fechas son la nueva expectativa).
11º. Nos topamos con un PRI que es el gran perdedor pero que no cayó gracias a su dura alianza con el PAN al que le cedió el saber hacer decisiones duras de control político.
12º. Tenemos la aparición con más fuerza en 1996 del EPR y del ERPI, grupos armados cuyos desafíos son distintos de los del EZ.
13º. El caso de Oaxaca, donde el desequilibrio del poder llevó a ir creando a tientas nuevos modos de gobierno. El gobierno de Ulises Ruiz trató de reprimir el movimiento magisterial pero a más de no funcionar, por el contrario, llevó a la formación del movimiento llamado Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, donde los maestros se unieron a los pueblos indios, lo cual proclama un fuerte desafío al gobierno.
14º. En Tabasco seguimos en expectativa de lo que ocurrirá por los recientes comicios electorales del 15 de octubre.
15º. En Puebla encontramos el caso Mario Marín contra Lidya Cacho, donde ya se empieza a investigar (gracias a la presión civil) las relaciones del gober precioso con pederastas* Nos encontramos entonces en la mira con un corredor de alta tensión entre Tabasco, Puebla, el DF, Chiapas y Oaxaca (agreguémosle el caso de Atenco), y queda claro que ningún operativo controlará este efecto bumerang.
16º. Llegamos al momento del EZLN y el estallido de 1994. En su camino de construcción llegan al 2001 iniciando las Juntas del Buen Gobierno y los Caracoles en los municipios autónomos. Ya teniendo en consideración la crisis política que se avecinaba, en julio del 2005 sacan la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, un programa cuya característica es que viene de abajo y de la izquierda (donde está el corazón) y con una postura fundamentalmente anticapitalista. De ahí inicia la Otra Campaña con el propósito de proclamar una lucha para una nueva constitución. Se da un espacio de confusión entre la situación de Atenco, las elecciones federales y la división entre el PRD y el EZ, pero queda claro que sólo si AMLO se da vuelta hacia la rebelión contra el sistema, se le unirán las organizaciones.
17º. El contexto internacional. Nos encontramos en medio de una disputa por la hegemonía global entre un Estados Unidos en decadencia, la Unión Europea y Rusia y Japón, China y Corea del Sur. Hay tres fracturas del sistema geopolítico en esta disputa. Los puntos de ruptura son: primero, el error de EU contra Afganistán, Irak y Líbano, el bloque de potencia nuclear; además el llamado Eje del Mal, es decir, Venezuela, Cuba y Bolivia, ya se han unido con Irán y, de todo esto, en México se inicia una movilización del ejército nacional en la frontera, cosa que no es gratuita sino que tiene que ver con el terror estadounidense a las represalias por sus errores. Segundo: el movimiento migratorio de sur a norte en América y África es incontenible, ni con el maltrato que se da en las fronteras se ha frenado, por el contrario, ha aumentado como una respuesta espontánea ante el sistema mundo dominante. Y tercero: se hace un Foro Económico Internacional llamado DAVOS desde las élites dominantes en el que se proponen copiar nuestro lenguaje pues ante la situación tienen dos posibilidades: utilizar la fuerza para controlar, o una más sutil: cooptar los discursos y las prácticas (cuestión que se va dando desde instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y que se conoce con una nueva forma del sistema capitalismo: más allá del neoliberalismo, esto se conoce como post liberalismo). Pero a la vez del surgimiento de este foro, junto con el EZ surgen los movimientos altermundistas (que Zedillo tuvo a bien llamar globalifóbicos) y crean su propio Foro Social Mundial de Portoalegre, donde la frase principal es “Otro mundo es posible” y que se propone un camino despacito con esta esperanza…Finalmente, el doctor Raymundo plantea el panorama y las expectativas de un futuro próximo en cinco puntos:
1. la crisis política (inevitable) del estado-nación mexicano.
2. qué pasara con la APPO: cuál será el posicionamiento de las y los actores ante una posible represión violenta.
3. cuál será el posicionamiento del EPR.
4. cómo se resolverá la antinomia AMLO-Organización civil (¿qué pasará el 20 de noviembre y el 1º de diciembre?).
5. observar las siguientes propuestas e iniciativas del EZLN.
Dr. Raymundo Sanchez Barraza
Coordinador General de CIDECI, Unitierra-Chiapas
21 de agosto del 2006
Siete pensamientos en mayo de 2003 - SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS
Sistema de seguridad y justicia comunitaria - POLICIA COMUNITARIA DE LA COSTA CHICA Y MONTAÑA DE GUERRERO
“El respeto a nuestros derechos será justicia”.
DATOS GENERALES
Regiones de influencia: Montaña y Costa Chica, fundamentalmente en la zona cafetalera
Municipios : 10Región Costa Chica: San Luís Acatlán y MarqueliaRegión Montaña: Malinaltepec,Iliatenco, Metlatonoc, Atlamajalcingo del Monte, Cochoapa el Grande, Copanatoyac, Xalpatlahuac, Tlapa de Comonfort
Comunidades Participantes 65 Pueblos Tlapanecos, Mixtecos, Náhuas y mestizos
Actividades economicas
Principalmente produccion de café(+ - 8 800 cafeticultores minifundistas),jamaica, maíz
Formación del Sistema : 1995
Numero de Policías Comunitarios + - 600
Población beneficiaria directa : 100,000
EL CONTEXTO EN QUE SURGE LA POLICÍA COMUNITARIA (1995)SITUACIÓN ESTATALPor la mitad de la década de los noventa Guerrero vivió una crisis que se agudizó más aún con la masacre de 39 campesinos en Aguas Blancas, perpetrada por policías “motorizados”. A raíz de este hecho, el gobernador Rubén Figueroa se vio obligado a pedir licencia, entrando el gobernador interino Ángel Aguirre Rivero.SITUACIÓN REGIONALCon la crisis del aparato judicial se crea un vacío en los tres poderes y en la Montaña se desencadena una gran ola delictiva por la delincuencia organizada de tal forma que carreteras, caminos, veredas e incluso las mismas comunidades son objeto de innumerables robos, asaltos, violaciones sexuales y asesinatos. Todas las autoridades fueron completamente rebasadas por la delincuencia, principalmente por complicidades con los delincuentes, omisiones, negligencias o -en el mejor de los casos- incapacidad y decisión firme para combatirla.
LA FORMACIÓN DE LA POLICÍA COMUNITARIA
Uno de los principales factores del surgimiento del Sistema de Seguridad, Justicia y Reeducación Comunitaria fue la ineficacia y la corrupción del sistema de seguridad publica del Estado. La gran ola de violencia que se presentaba en los caminos de la Montaña (lo que hoy es la carretera Tlapa-Marquelia) y la Costa Chica (San Luís Acatlán-Marquelia) de Guerrero en la década de los ochenta e inicio de los noventas movió a los habitantes de algunas comunidades de la región a organizarse para combatirla. En este suceso, las organizaciones y sociedades de produccion, principalmente cafetaleras, eran también afectadas por la inseguridad en el traslado de sus productos y recursos económicos. De 1992 a 1995 se vivió la más despiadada ola de violencia pues los asaltos eran perpetrados casi a diario, las mujeres y las niñas eran violadas delante de sus padres y esposos, y los asaltantes frecuentemente llegaban al asesinato de las personas que se le resistían. Al ver la negligencia de las autoridades y la ineficiencia del sistema jurídico que se resistía a investigar y tras el pago de “mordidas” rápidamente dejaba libres a los delincuentes, en 1993 y 1994 los afectados de este problema de inseguridad y violación de sus derechos fundamentales, apoyados por las organizaciones sociales y la Iglesia local, empezaron a convocar a reuniones para discutir el asunto. En estas asambleas, a las cuales participaban pobladores de toda la región, autoridades comunitarias, profesores, se denunciaban los delitos padecidos.
En 1995 se realizaron tres grandes asambleas; en la tercera, la mayoría de asambleístas constataron que las autoridades gubernamentales jamás asistieron a ninguna reunión a las que habían sido invitadas, demostrando con dicha actitud que no les interesaba resolver los problemas de los pueblos. En esta reunión, celebrada en Santa Cruz del Rincón, municipio de Malinaltepec, se decidió crear la Policía Comunitaria, definiendo que la actividad de dicha policía, integrada por voluntarios sin sueldo de las mismas comunidades, sería recorrer los caminos donde sucedían los delitos y en caso necesario detener a los delincuentes y ponerlos a disposición de la autoridad.Con la presencia de los Comunitarios la delincuencia disminuyó en manera muy considerable; sin embargo no se pudo erradicar el problema, pues se hizo aún más evidente la ineficacia y la corrupción de las autoridades encargadas de aplicar y administrar justicia. Fue por esto que en 1998 decidimos dotarnos de nuestras propias autoridades regionales para la procuración y impartición de justicia (CRAC).
FUNCIONAMIENTO Y OPERACIÓN 1995
ACTIVIDADES INICIALESResguardo de camionetas “pasajeras” y patrullaje a pie de los caminos.Poco a poco, las asambleas de los pueblos fueron nombrando a sus grupos de 8 a 12 elementos, los cuales empezan a operar sin compensación económica (aun es así) y con armas muy sencillas. Su operación se centra fundamentalmente en el resguardo de las camionetas pasajeras. Cada grupo actua solo, sin ninguna coordinación con los demás pero bajo el mando de sus 2 Comandantes y el Comisario de la comunidad. La actitud de los policías es de respeto y servicio a sus comunidades, con un gran espíritu de lucha. De está forma se logra disminuir sustancialmentelos delitos y controlar a la delincuencia en los caminos, como las violaciones sexuales, los robos y asaltos a las camionetas.
1996
CREDENCIALESLos Ayuntamientos otorgan credenciales a los policias comunitarios como “órgano auxiliar del ayuntamiento”.
REGISTRO DE ARMASSe realiza en el 48 Batallón de Infantería.
1997
NUEVAS ACTIVIDADESResguardo de fiestas tradicionales, patrullaje preventivo a colonias de San Luis Acatlán, resguardo de funcionarios de organizaciones y Presidencias Municipales a reuniones importantes, recorrido a ríos, resguardo de valores de las Organizaciones, Coordinación con la Policía Motorizada y Policía Judicial para establecer retenes, entre otras.COMITÉ EJECUTIVOSe instituye la dirigencia del Sistema de Seguridad con el nombramiento del Comité Ejecutivo (Comandancia Regional) y el establecimiento de 3 Rutas de Coordinación.
OPERATIVOS DE MAYOR IMPORTANCIASe inicia la coordinación real y efectiva de los grupos en torno a su mando: El Comité Ejecutivo.Se persigue y captura a abigeos y se toca a la base del narcotráfico en las propias comunidades.Se participa conjuntamente con algunas patrullas del Ejercito Mexicano (48°Batallón de Infantería) en operativos (resguardo de fiestas tradicionales en pueblos conflictivos, persecución de delincuentes, entre otros).CAPACITACIÓN DE LA SUBSECRETARIA DE PROTECCIÓN DEL GOBIERNO DEL ESTADO Y DEL EJERCITO MEXICANOEn 1996 y 1997 varios Comandantes de la Policía Estatal, así como oficiales del 48 Batallón de Infantería capacitan a Asambleas y a grupos de “Comunitarios” sobre varios temas relacionados al manejo de armas, legislación y seguridad.
1998
COORDINADORA REGIONAL DE AUTORIDADES COMUNITARIAS (CRAC)Institución de la CRAC como aparato de Procuración e Impartición de Justicia en base a “usos y costumbres” de los pueblos.
REEDUCACIÓNSe acuerda formalmente aplicar trabajo físico social (fajina) en las comunidades a delincuentes capturados por tiempos que estarán en función del grado del delito cometido, la reparación del daño y/o el acuerdo amistoso entre las partes. El proceso de “reeducación” contempla, entre otros, los consejos de los ancianos (principales).INFRAESTRUCTURASe obtiene por el Presidente Municipal un terreno de 970 m2 con oficinas, cocina, y 3 celdas para reos en la cabecera municipal de San Luís Acatlán. Estos espacios son utilizados como base operativa por la dirección formal de este Sistema Comunitario de Seguridad: la CRAC. Las cárceles son usadas, temporalmente, para recluir a los delincuentes que cometen delitos muy graves como asesinatos, violaciones sexuales, abigeato, etc, mientras se realizan las investigaciones relativas al caso. Todos los grupos de policías comunitarios tienen obligación de resguardar, en forma rotatoria, dichas instalaciones, por una semana. Los ayuntamientos también aportan 2 camionetas, y un sistema de radiocomunicación en Banda Corta, para agilizar los operativos de la Policía. 2002-2003
LA LUCHA POR LA DEFENSA DEL SISTEMA COMUNITARIO DE SEGURIDADAnte los importantes avances de esta novedosa organización de los pueblos (los funcionarios gubernamentales han tenido que reconocer en distintas ocasiones -muy a su pesar- que la operación del “Sistema” ha abatido los índices de delincuencia en la región de un 90%), paulatinos y de facto, así como de la perdida de espacios de poder propios del Sistema Judicial, el poder estatal emprendió una política represiva contra el Sistema Comunitario de Justicia y Seguridad. El 11 de Febrero de 2002 los cincos Coordinadores Regionales (comisarios de la CRAC) son encarcelados en el CERESO de San Luís Acatlán, con la acusación de violaciones a los derechos humanos (privación ilegal de la libertad) en el desempeño de su función, la impartición de justicia. Obviamente, el problema destaca en la falta de respeto, por parte de las instituciones, de la legítima voluntad de los pueblos de la región que decidieron organizarse y nombrar dichas autoridades. Al día siguiente de la aprehensión de los Coordinadores cerca de 4000 personas se manifestaron en la Agencia del Ministerio Publico, y los Policías Comunitarios acordonaron las instalaciones mostrando la fuerza de la organización y el enorme apoyo popular con que esta contaba, así que se negoció con el Subprocurador de Justicia la liberación de los detenidos y el Acuerdo de Cooperación y Respeto de las Instancias Judiciales con la CRAC. A partir de esta fecha el Gobierno del Estado de Guerrero, encabezado por René Juárez, dejó de insistir en su decisión de desaparecer a la Policía Comunitaria. Lo anterior no quiere decir que aquél haya claudicado en su objetivo de desmantelar o cooptar a los “comunitarios”, proponiendo repetidas veces la legalización de la PC a través de su incorporación a la Policía Preventiva, lo cual ha sido siempre rechazado por la organización que ve en ello el claro intento de acotar su autonomía e libertad de acción.
REGLAMENTO INTERNO DEL SISTEMASe ha venido elaborando desde fines del 2002 en base a foros, asambleas, comisiones, asesorias legales, etc. Es el esfuerzo por normar la operación de este “Sistema de Justicia Comunitario”.
2004-2006
FORTALECIMIENTO Y EXPANSIÓN DEL SISTEMALa eficacia de la organización comunitaria en la disminución de delitos y en la impartición de justicia, ha impulsado muchas comunidades pertenecientes a varios municipios de la región a organizar sus propios grupos de policías comunitarios e integrarse al sistema. Actualmente, la organización tiene presencia en 10 municipios de la Montaña y Costa Chica.
PARTICIPACIÓN DE LA MUJERLa constante presencia de las mujeres en el Sistema de Seguridad y Justicia Comunitaria se concretó a partir del 2006 en la Comisión de Participación de la Mujer, que integran dos o más mujeres nombradas en la Asamblea Regional, las cuales imparten justicia juntas con los Coordinadores Regionales, prestando particular atención a los casos de mujeres y a la defensa de sus derechos al interior de la administración de la justicia comunitaria.
TENSA CALMA: LA RELACIÓN CON LAS AUTORIDADESLuego de la “crisis” del 2002, la actitud de las instituciones políticas y judiciales se ha vuelto mas tolerante, aunque no deja de ser conflictiva. Recurrentes han sido las propuestas avanzadas tanto por las autoridades políticas locales como por las estatales hacia la incorporación de la Policía Comunitaria al sistema oficial, que aparecen también en la recién Ley de Seguridad Publica del Estado de Guerrero, aprobada en febrero 2007. En noviembre 2006 la actitud arrogante del Director de Seguridad Publica de San Luís Acatlán, frente a las actividades de resguardo de caminos y protección de la población de los asaltantes implementadas por la Policía Comunitaria, originó una situación de tensión y militarización del territorio, que duró más de un mes.
NUESTRA REGIÓN
El Estado de Guerrero está formado por siete regiones económicas, divididas en 76 municipios.
Guerrero: un mosaico de esperanza sobre un muro de impunidad Guerrero, Oaxaca y Chiapas: un triángulo en los indicadores de pobreza
Los datos que se refieren a la marginalidad (CONAPO 2004) sitúan las regiones Montaña y Costa Chica entre las 36 “zonas prioritarias” del país que tienen como común denominador la pobreza, el narcotráfico, la migración, la violencia y la militarización.Con respecto a la region de la Montaña, que cuenta con el 85% de población indígena, informes recientes denuncian la grave situación de rezago y marginalidad socioeconómica en que viven los pueblos de la Montaña, la poca cobertura asistencial de las dependencias de gobierno (municipal, estatal y federal) para atender las demandas, la elaboración e imposición de paquetes y programas productivos no acordes a las necesidades ni características de los pueblos. La principal actividad económica de los habitantes de las regiones Montaña y Costa Chica es la agricultura, con el cultivo de maíz y café, y la ganadería, aunque sea en constante aumento el porcentaje de los que dejan los cultivos de temporal en las empinadas laderas de los cerros y las profundas cañadas (cultivo que llaman el tlacolol) y migran hacia los estados del norte o los Estados Unidos. La vida de los pueblos indígenas de la Montaña está marcada por la marginación, la represión, la falta de acceso a la justicia y los conflictos políticos y agrarios. La militarización, el narcotráfico y los grupos armados son tres realidades inocultables en la región de la Costa-Montaña, donde el Ejército frecuentemente se impone como la autoridad que asume el control policiaco y militar.Actualmente el Sistema de Justicia y Seguridad Comunitaria de la Costa-Montaña de Guerrero está conformado por más de 60 comunidades na savi (mixtecas), me’phaa (tlapanecas), nahuas y mestizas.
Seguridad, Marginación y Contaminación
LOS MUNICIPIOSSan Luís Acatlán y Malinaltepec son los de mayor producción de café arábica y la economía de su población, mayoritariamente tlapaneca, depende fundamentalmente del cultivo y venta de este grano. Tiene características políticas y económicas caciquiles, así como un bajo desarrollo económico y social semejante a las demás regiones indígenas del sureste del País. Metlatonoc es considerado como el de más alta marginación a nivel nacional (CONAPO 2004), aunque los demás municipios que participan dentro del radio de influencia de la Policía Comunitaria no se quedan tan lejos de éste.
LAS ORGANIZACIONESAquí operan las organizaciones cafetaleras Luz de la Montaña y Unión Regional Campesina. Ha tenido una relevancia social importante el Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena, Negra y Popular (actualmente disuelto) y el Consejo de Autoridades Indígenas (CAIN) así como la SSS Café-Maíz y el Consejo Comunitario de Abasto-Diconsa. En conjunto, su influencia es en alrededor de cien mil habitantes. Las dos primeras surgieron en la decada de los ochenta, las segundas son más recientes. Todas estas organizaciones cooperaron activamente a la formación y funcionamiento de la Policia Comunitaria.
NUESTRAS COMUNIDADES
PUEBLOS
NUMERO DE COMUNIDADES
MIXTECOS
26
TLAPANECOS
27
NAHUAS
5
MESTIZOS
7
SAN LUIS ACATLAN
1
RÍO IGUAPA
2
PUEBLO HIDALGO
3
ARROYO CUMIAPA
4
CUANACAXTITLAN
5
YOLOXOCHITL
6
CAMALOTILLO
7
TLAXCALIXTLAHUACA
8
EL CARMEN
9
HORCASITAS
10
COYUL CHIQUITO
11
POTRERILLO COAPINOLE
12
TUXTEPEC
13
BUENA VISTA
14
XIHUITEPEC
15
JOLOTICHAN
16
PAJARITO GRANDE
17
LLANO SILLETA
18
SAN JOSÉ VISTA HERMOSA
19
MIAHUICHAN
20
PASCALA DEL ORO
21
ARROYO MIXTECOLAPA
MALINALTEPEC
1
SAN DIEGO VISTA HERMOSA
2
TIERRA COLORADA
3
POTRERILLO RINCÓN
4
ESPINO BLANCO
5
MEZON DE IXTLAHUAC
6
COLOMBIA DE GUADALUPE
7
ALACATLATZALA
8
SANTA CRUZ EL RINCÓN
9
EL COCOYUL
10
CERRO TEJON
11
TILAPA
12
RANCHO VIEJO
13
MONTE DE OLIVO
14
RANCHO NUEVO
METLATONOC
1
SAN MARCOS
2
LLANO DE LA PAROTA
3
OJO DE PESCADO
4
FRANCISCO I MADERO
5
LLANO DE LAS FLORES I
6
LLANO DE LAS FLORES II
7
EL ZAPOTE
8
LAGUNILLA YUCUTUNI
9
SAN LUCAS
10
CHILIXTLAHUACA
11
ZITLALTEPEC
12
METLATONOC
COCHOAPA EL GRANDE
1
EL COYUL
2
LLANO PERDIDO 1
3
DOS RIOS
MARQUELIA
1
ZOYATLAN
2
CAPULÍN CHOCOLATE
ILIATENCO
1
EL ASERRADERO
2
ARROYO SAN PEDRO
3
CRUZTOMAHUAC
4
TLAHUITEPEC
ATLAMAJALCINGO DEL MONTE
1
HUEHUETEPEC
2
SAN ISIDRO LABRADOR
COPANATOYAC
1
OCUAPA
2
TLALQUETZALAPA
3
OCOTEQUILA
4
COPANATOYAC
5
OZTOCINGO
TLAPA
1
SAN MIGUELITO
XALPATLAHUAC
1
XALPATLAHUAC
Para mayor información: http://www.policiacomunitaria.org